La biotecnología agrícola ha emergido como una herramienta poderosa para garantizar la seguridad alimentaria en Venezuela. Con la colaboración entre el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt) y la Alianza Científico – Campesina, se ha logrado avances significativos en este campo. El uso de esta tecnología permite la replicación in vitro de semillas, que luego pasan por varios ciclos de multiplicación, primero en invernaderos y luego en el campo. Finalmente, estas semillas se entregan a los productores, para marcar un hito en la producción agrícola.
La profesora y licenciada en Biología de la UCV, Maira Oropeza, destacó el valor de este proceso de aprendizaje mutuo durante el noveno episodio de “Con Ciencia + Vida el Pódcast”. Según Oropeza, la alianza no solo permite a los productores aprender sobre biotecnología, sino que también ofrece a los científicos la oportunidad de aprender de la experiencia práctica en el campo. El proyecto de semillas biotecnológicas tiene como objetivo la propagación masiva de una semilla sana, que trabaja de manera amigable con el ambiente. Este enfoque promueve la conservación de los suelos y la práctica de una agricultura sana.
Oropeza explicó que la semilla biotecnológica es completamente sana y que los indicadores de producción pueden ser mayores que los obtenidos en el campo. Este proceso se complementa con la producción de un inóculo de micorrizas y organismos que favorecen el crecimiento de las plantas nativas. Además, este enfoque también protege la biodiversidad, ya que permite la conservación de la copia de la semilla en un banco de germoplasma. “Tenemos allí las semillas guardadas, sanas, listas para que sean de todos”, afirmó Oropeza.
El ingeniero agrónomo y miembro fundador de los Productores Integrales del Páramo (Proinpa), Caroly Higuera destacó la horizontalidad y complementariedad entre los saberes que permite la alianza. Según Higuera, esta combinación de conocimientos ha permitido resolver problemas y satisfacer las necesidades de la comunidad. Por último, Juan Mateus, ingeniero agrónomo, señaló que desde el año 2004, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, se han llevado a cabo proyectos y procesos en Venezuela para acercar la ciencia y la tecnología a la población de las zonas rurales del país.
En resumen, la biotecnología agrícola desempeña un papel crucial en la mejora de la seguridad alimentaria en Venezuela, y la colaboración entre científicos y productores está en el corazón de este éxito.
Fuente: Mincyt
