La avena es reconocida por su alto valor nutricional y su capacidad para regular el metabolismo y la digestión. Este cereal integral es una fuente rica en nutrientes esenciales que contribuyen al bienestar general del organismo.
De este modo, el colesterol es necesario para la formación de células sanas; niveles elevados en la sangre pueden ser perjudiciales. Los expertos alertan sobre los riesgos de enfermedades cardíacas asociadas con el colesterol alto, que puede llevar a la formación de depósitos grasos en los vasos sanguíneos.
Investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) han demostrado que la avena posee propiedades antihipercolesterolémicas. Las hojuelas de avena ayudan a eliminar el colesterol de la sangre, reduciendo así la acumulación de grasa en las paredes arteriales.
En este sentido, la avena no solo es beneficiosa para controlar el colesterol, sino que también es rica en proteínas, vitaminas, grasas no saturadas, fibra y una amplia gama de minerales como potasio, sodio, hierro, magnesio, calcio, zinc, cobre, fósforo y vitaminas del grupo B y vitamina E, lo que la convierte en un alimento integral para la salud.
La fibra soluble contenida en la avena, similar a la encontrada en las manzanas, es eficaz en la reducción de la densidad del LDL, conocido como el “colesterol malo”. Sin embargo, es importante destacar que no todos los productos a base de avena son beneficiosos; aquellos con alto contenido de azúcar, como ciertas galletas, pueden tener efectos contraproducentes.
